Uruguay se acerca más a China y en el marco de los 30 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con China, Uruguay suscribirá un acuerdo marco que lo vinculará a la estrategia comercial Una Franja, Una Ruta, que promueve el país asiático.
El objetivo de la estrategia inició con Europa resurgiendo la antigua ruta de la seda y ahora es integrar a los países de Latinoamérica por medio de estrategias de desarrollo.
El Gobierno procura ampliar y consolidar la presencia en su principal mercado. El intercambio comercial con esa nación alcanzó los 2.549 millones de dólares y una participación del 20 % en el total de las exportaciones. Desde 2013 ese país es el socio comercial más importante de Uruguay. En 2008 China ocupaba el lugar número diez en la lista y se le vendían unos 174 millones de dólares; hoy es el primero, con 1.754 millones.
Uruguay quiere profundizar aún más los lazos y ampliar el mercado posicionándose como productor de alimentos confiable y apuntando al área de servicios. A su vez está trabajando para que inversiones chinas lleguen al país en sectores como los agronegocios, el desarrollo forestal, infraestructura y logística. Las autoridades quieren que Uruguay sea la puerta de entrada de las inversiones chinas en el continente y quieren que el país se transforme en un hub de estas empresas para la región.
En la ciudad de Guangzhou (sur) se inaugurará el segundo consulado general de Uruguay en China y durante el mes de agosto se organizarán seminarios de negocios con presentaciones de las oportunidades de inversión.
A su vez para Uruguay el proyecto adquiere fuerza con la instalación de centros de estudios internacionales y cooperación en ambos países. En Uruguay el Instituto Confucio se creó el año pasado y funciona en la órbita de la Universidad de la República, y el pasado mes de abril Uruguay abrió en Beijing la sede de un Centro de Estudios en el marco de un acuerdo de cooperación en materia cultural y en ciencia y tecnología.