El senador y líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), José Mujica, presentó su renuncia al Parlamento el pasado martes, tal como lo venía anunciando desde hace tiempo.
«Los motivos son personales», escribió en una carta el expresidente, «diría ‘cansancio de largo viaje'», agregó y aseguró que no abandonará su participación en, al menos, el debate político. «Mientras mi mente funcione, no puedo renunciar a la solidaridad y la lucha de ideas», dijo el ahora exsenador.
“No quiero antagonizar el país”, sostuvo Mujica en marzo de este año, durante una entrevista radial y argumentando por qué no quería ser candidato a presidente otra vez. El exmandatario ha dicho varias veces que no volverá a pelear por el gobierno, pero ni en filas de la izquierda ni en la oposición se terminan de convencer de que esto sea verdad.
Pero en la oposición lo ven como el principal rival para la contienda del 2019. En la sesión donde se leyó la carta de renuncia, solo un legislador opositor (Pablo Mieres, del Partido Independiente) habló sobre la renuncia. Ni blancos, ni colorados, hablaron en sala sobre la decisión del ahora exsenador. Representantes blancos y colorados sí habían destacado la renuncia de Mujica, en la sesión de la Comisión de Hacienda del jueves 2, cuando el legislador anunció que se alejaría de la Cámara Alta.
Mujica viajará la semana próxima a Europa para recibir un premio en España, y presentar un libro y una película en Italia. A su vuelta, tiene previsto algunos actos en el interior del país y sobre fin de año resolverá su futuro político.