Los datos de la economía del primer trimestre del año están en línea con lo que esperaba el equipo económico de gobierno y se coincide con la proyección de crecimiento de 2,5% para 2018, como también con el leve incremento de recaudación del proyecto de Rendición de Cuentas del Poder Ejecutivo.
La producción retomó dinamismo en el primer trimestre del año —si bien algunos sectores acusaron el impacto del déficit hídrico—, a la vez que aumentaron las importaciones, ampliando así la oferta de bienes y servicios en el país. Por el lado de la demanda, ello se combinó con un incremento del gasto de consumo privado, de la inversión pública, así como de las exportaciones al comparar con enero-marzo de 2017, según mostraron las cifras de Cuentas Nacionales divulgadas por el Banco Central.
Esos datos resultaron, en general, acordes con lo esperado por el equipo económico de gobierno, que además es optimista sobre lo que vendrá: confía en una consolidación de la recuperación de la construcción —con efectos positivos sobre el empleo— así como un “rebote” del agro para 2019. Y si bien la inversión tuvo un desempeño peor que lo previsto, interpreta la moderación en su ritmo de caída como una “estabilización” o una incipiente mejoría.
Con el crecimiento de 2,2% que registró la actividad económica al comienzo de 2018, el Producto Bruto Interno (PBI) anual superó por primera vez los US$ 60.000 millones. El PBI viene creciendo de forma casi sin pausa desde abril-junio de 2013; cuando empezó este ciclo expansivo, ascendía a poco más de US$ 11.000 millones anuales.
Tras conocerse las cifras de enero-marzo, algunas consultoras informaron que ajustarán sus estimaciones del Producto para todo el año, reduciéndolas. El Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) lo hará ante el contexto complejo de Argentina, los eventos climáticos adversos y los efectos del incremento del valor del dólar sobre el consumo.