La Rendición de Cuentas, que llegará al Parlamento antes del 30 de junio, comienza a constituirse como el escenario en el que los socios de la coalición defenderán sus áreas de interés. Pese a que ya se están dando los primeros movimientos para afrontar el inicio del ciclo electoral y que los grandes proyectos del periodo de gobierno, o al menos los que garantizaban la gobernabilidad de la coalición, ya fueron votados por el oficialismo, la discusión sobre esta Rendición de Cuentas parece a priori más civilizada de lo que podría esperarse. Se espera una discusión más concentrada en las herramientas adecuadas para la concreción de las políticas públicas que en la definición de los objetivos de gobierno.
Una muestra de ello, fue la reunión mantenida esta semana entre los legisladores oficialistas que integran la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y el director de Finanzas Públicas, Fernando Blanco, quien adelantó que además de la reforma educativa la otra prioridad de la Rendición de Cuentas, que implicará un aumento en el gasto, será la seguridad pública, dos preocupaciones que comparten todos los socios de la coalición de gobierno.
